sábado, 29 de mayo de 2010

Cesta De Claveles Del Aire (IV)

Ya he recorrido todas las estancias de las constelaciones recuperando el eco del fuego originario. Regreso sano de todo desaire, con un manantial escrito con mucho afecto, y con flores de un cielo brumoso. Llego a ese magnífico parque condensando por las nieblas donde esta aquella calle reverberante y donde estás tú, capullo de seda pendular, trayéndote otras músicas con sus respectivos amuletos.
15 de Octubre de 1997, 1:12 a.m.

Este es el último poema en prosa de esta colección inédita hasta el momento, y que es perfecto ahora que los días son densos y oscuros gracias al otoño ^_^

sábado, 22 de mayo de 2010

Cesta De Claveles Del Aire (III)

Ahora es un corcel el que me lleva a un campo de claveles del aire. Extiendo la mano, me acerco, y tengo ya esas flores en forma de mirlos. Se las llevo a una girándula que es mi consuelo en esos días, en que abundan las peregrinas arañas del desierto que buscan en nosotros el ambrosíaco delirio, para mantenernos a la orilla de los ríos de roca fluida lavándonos los pies. Ella desaparece esas pesadillas y ahora la busco entre las hiladoras de almendras índicas.


15 de Octubre de 1997, 1:12 a.m.


De la delicia de ver estas imágenes entre las nubes, es que puedo ponerlas en papel, y ahora en el ciberespacio. Gracias por estar ahí ^_^

sábado, 15 de mayo de 2010

Cesta De Claveles Del Aire (II)

Deseo tinta azul para que flote sobre las aguas en memoria de este viaje, por un ave purísima y un ansia de señalar aquel pedazo de viento que me agita en los momentos nocturnos junto a una luz de aliento a sangre noble, tanto como celeste, y poder partir de un salto a las nubes buscando aquellas hojas de otoño que ya salieron hacia otras hojarascas.

15 de Octubre de 1997, 1:12 a.m.

Una de mis obsesiones, en cuanto a material poético, es la tinta de color azul, la cual sigo usando para escribir poesía manuscritamente. Aquella noche fue, por lo demás, mágica... ^_^

sábado, 8 de mayo de 2010

Cesta De Claveles Del Aire (I)

para decir un solo poema
uno solo
hay que estar loco de belleza


Felipe Aldana

Entraba en el bosque de la unitarias cuatro estaciones con mi aeroplano solar, aterrizando en la copa de los árboles ventosos. Tenía deseo de escribir sobre la clarísima fuente en medio de la vegetación, quería dejar la marca del amor que siento volar entre los andenes, cuando una estrella viene hacia mis marinos labios y deja su estela cósmica visible.
15 de Octubre de 1997, 1:12 a.m.

Este es el primer poema en prosa de una pequeña colección titulada Cesta De Claveles Del Aire pergeñados en una noche primaveral, que publicaré por aquí en adelante. El hermoso epígrafe general le pertenece al poeta argentino Felipe Aldana Piazza (1922-1970). Previamente he publicado dos poemas de esta misma colección (ver aquí y aquí) ^_^